Dudar de la sexualidad de Caster Semenya no es otra cosa que un acto de de envidia desaforada por quiénes no soportan los logros ajenos. Y lejos de quedar en palabras, la IAAF (asociación internacional de federaciones de atletismo) pone el dedo en la llaga y hace caso a estos reclamos injustos y humillantes.
En palabras de Semenya: “Una cosa es tratar de determinar si un atleta tiene una ventaja injusta sobre los demás, y otra humillar públicamente a una deportista honrada, profesional y competente”. Palabras ciertas y difíciles de decir, pero que demuestra el coraje que tiene y merece esta campeona.
Por suerte, su pueblo ha sabido defender a su compatriota y entre mares de gente ha sido recibida y aclamada, por todos aquellos que agradecen por poner nuevamente en la palestra a Sudáfrica. Mejor aún su presidente, Jacob Zuma ha dado la cara en pro de Semenya y repudiando a la IAAF por la forma en cómo se lleva el caso.
Sin embargo las evaluaciones continuarán y en varias semanas después recién podrá conocerse los resultados, se sabe que de ser cierta estas suposiciones podría retirársele la medalla, pero Semenya va segura y hará lo que haga falta para conservar un título que se ha visto un poco mancillado por las especulaciones de los perdedores.
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