El número uno mundial sufrió así su primera derrota con el argentino en cinco partidos y la tercera del año tras las encajadas ante Gaet Monfils en Doha y Andy Murray en Rotterdam. Confirmó que no estaba ya al mejor nivel y el torneo estadounidense se le sigue resistiendo. "Si ya es difícil ganar estando bien, pues si no lo estás...", se ha cansado de repetir. No habrá nuevo duelo con Fernando Verdasco, que también perdió a continuación en una hora y cuarto por un aplastante 6-1, 6-2 contra el escocés Andy Murray.
Del Potro salió abrigado, pero pareció congelado con el calor. Nadal, a diferencia de los tres partidos anteriores, empezó muy centrado con el saque e incluso logró su primer ace. A mayor enemigo, mayor concentración, se dijo. Pero la potencia de Del Potro y sus errores lo arrastraron pronto. Al argentino le costó más ganar con su servicio, pero el español siguió sin encontrar su mejor juego. Trató de empezar a mover al gigante (1,98 metros), como había hecho hasta marearlo y hacerle llegar tarde a muchas bolas en Indian Wells, pero falló un smash de forma asombrosa y pareció cortocircuitarse. Menos mal que hizo un segundo ace y que Del Potro falló demasiado. Pero también Nadal, que regaló el cuarto juego con errores. El partido no podía ser peor entonces salvo algunos puntos. Todo fallos. Solo mejoró mucho al final "¿Dónde está el número uno?", se preguntó un espectador. "A fin de cuentas el otro solo es el séptimo...".
Nadal sí mantuvo más holgadamente sus saques. Con más detalles, más recursos. A la espera. Pero Del Potro no dio opción con tres aces en el sexto juego y empezó a despertar. Hasta tuvo su primera oportunidad de rotura de saque en el séptimo. Nadal contestó rápidamente, pero tampoco pudo aprovechar la suya con un error cuando tenía vencido al argentino. Incluso se descentró y salvo una dejada genial ofreció otras dos ocasiones de break a su rival, que aprovechó la segunda y se puso 5-4 para rematar el set. Con el saque ya mucho más dominante y dos bolas para conseguirlo, no lo dejó escapar.
La segunda manga empezó en la misma línea discreta, con fallos también de Del Potro, pero con un saque más firme (alguno le pasó literalmente por encima a Nadal) y hasta más hábil en los puntos de dejadas y contradejadas o voleas en la red. Un nuevo fallo de revés dio otra oportunidad de break al argentino, que la aprovechó ante el enésimo golpe que se la fue fuera a un Nadal desconocido. Apenas una hora de partido y todo cuesta arriba (1-2).
Pero salió el Rafa grande para recuperarse inmediatamente y comenzó el baile de golpes a las esquinas. Los alternó con fallos, síntoma de que no estaba nada bien, pero al menos siguió con vida (3-2). El duro trabajo estaba ya en cómo romperle el servicio al gigante. ¿Solución? Sacar su potencia de liftado para forzar los errores y llegar a las esquinas. Dicho y hecho. Rompió el saque de Del Potro con la mayor autoridad en el sexto juego y se puso 4-2. Y sólo con el saque, incluidos dos aces, ganó el séptimo. Tiró el octavo, pero no el noveno, aunque le costó. Volvía a igualar todo.
A Del Potro pareció acabársele gran parte de la gasolina al comienzo del set decisivo, pero no fue así. Regaló su primer servicio con cuatro errores y aunque con lucha, el partido parecía de una sola vía para Nadal. Solo eso. Parecía. Siguió con fallos, pero su ritmo daba la impresión de que era mayor y tras salvar una bola de break del argentino incluso le rompió de nuevo el servicio. El 3-0 anunciaba buenos vientos. Pero no. Seguía el sufrimiento.
Fuente: www.elpais.com
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